Murcia plantea una transformación gradual de su modelo de desplazamiento urbano
El Ayuntamiento de Murcia ha dado a conocer las líneas principales de su nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuyo objetivo es reorganizar los flujos de transporte en la ciudad para hacerlos más eficientes, sostenibles y accesibles. Este documento técnico, que será sometido a consulta pública en las próximas semanas, incluye una serie de medidas que afectarán tanto al transporte privado como al colectivo, así como a peatones y ciclistas.
Entre las actuaciones previstas destaca la ampliación de la red de carriles bici, que pasará a contar con más de 70 kilómetros en total, conectando puntos clave como centros educativos, estaciones y zonas administrativas. Esta medida responde a una demanda creciente de usuarios que, según el consistorio, reclaman entornos urbanos más seguros para el uso de la bicicleta como medio habitual de transporte.
Asimismo, se han planteado cambios en el diseño de las líneas de autobús, con el fin de mejorar la frecuencia de paso y ampliar las rutas que conectan barrios periféricos con el centro urbano. En este sentido, el concejal de Movilidad ha señalado que el nuevo modelo priorizará los transbordos ágiles, paradas accesibles y la incorporación progresiva de vehículos eléctricos en la flota.
Otro de los puntos clave del plan será la implementación de nuevas zonas de tráfico restringido en el centro histórico y áreas comerciales, con el propósito de reducir la congestión y mejorar la calidad del aire. Estas zonas estarán reguladas mediante sistemas de control digital y contarán con horarios de acceso definidos, especialmente para vehículos de reparto y residentes.
El plan también contempla la reordenación de aparcamientos, la revisión de los límites de velocidad en vías secundarias y la creación de nuevas zonas peatonales. Según ha indicado el equipo técnico responsable, estas actuaciones no se aplicarán de forma inmediata, sino que se desarrollarán en varias fases a lo largo de los próximos tres años.
Desde el consistorio se insiste en que este nuevo modelo urbano se fundamenta en criterios de sostenibilidad, seguridad y eficiencia. Además, se abrirá un proceso de participación ciudadana para que asociaciones vecinales, entidades del transporte y personas usuarias puedan formular observaciones antes de su aprobación definitiva.